miércoles, 18 de mayo de 2011

VESTIDOS DE GOLILLA


Me permito aportar un dato más sobre la mentalidad española de siglos pasados. Escribe un jesuita de mediados del XVIII: "Los toledanos andan vestidos de golilla, aun los zapateros y otros oficiales y sus mujeres andan con mantos de seda y creo que no hay ciudad en España, donde los concursos y procesiones sean con más lucimiento, sin mezcla de rústicos, capas pardas y polainas...usan aquellos de espadas y dagas muy lucidas y con las golillas y vestidos de nobleza o terciopelo, hay sastres que parecen títulos".

"Sastres que parecen títulos". Posible conversación de sastrería toledana, murciana, turolense o de cualquier parte del Reino: "se acabó la jornada señores, dejemos tijeras y bayetas, espere su encargo en buena hora el señor racionero y ciñamos la espada que vamos de procesión. El tiempo es oro, dicen, pero mañana será otro día. Y más largas serán la horas del purgatorio si no cumplimos como buenos". ¿Eran burgueses estos personajes?. No parece muy precisa esta calificación aunque los tópicos son muy cómodos.

Pedro Murillo Velarde SI, Geografía histórica, Madrid 1752. Citado por Manuel B. Cossío en su obra El Greco (1908)

12 comentarios:

  1. ¿Sería envidia oculta? Recordemos que el jesuita que escribía esto iba con sotana, y todo hombre es humano ante un buen traje...
    Saludos!

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  2. De todas las maneras los que más podían "parecer títulos" eran los sastres, que en lo de vestir estaban, o no si aplicamos eso de "en casa de herrero cuchillo de palo".

    Un saludo.

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  3. La golilla, aquel atuendo tan típicamente español que durante el XVII adornó a nobles y reyes y que ahora parece que se extendía entre la burguesía castellana venida a más bajo los Borbones.

    Un regio saludo.

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  4. En todo caso la apariencia vale mucho y eso los toledanos lo debían de tener muy claro. Y con tanta fiesta de guardar en la imperial Toledo sus habitantes, a pesar de haber perdido todo esplendor en el siglo XVIII, todavía tenían conciencia de ser importantes.

    Saludos

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  5. La gente siempre ha sido muy presumida y dada a aparentar lo que no es. Hemos cambiado poco desde entonces. El hidalgo (de bragueta había muchos) del lazarillo salía a la puerta escarbándose los dientes para demostrar a sus vecinos que había comido.
    Un saludo.

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  6. Pues quizás no era tanto la envidia como la censura moral hacia el hecho de que los menestrales fuesen vestidos con lujo. Las leyes suntuarias tenían tanto una motivación económica como de reforma de costumbres. Pero: ¿qué podía pasar por la cabeza del jesuita?. Quizás lo que usted tan bien indica, don Lorenzo.

    Saludos y quedo agradecido.

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  7. Es muy razonable lo que usted escribe don Eduardo. Debían de hacerse unos atavíos flamantes.

    Saludos y gracias por su comentario.

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  8. ¿Pero se sentían burgueses?, esa es para mí la cuestión central de la entrada.

    Muchas gracias Carolus y mis respetos.

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  9. La apariencia es casi todo en el Antiguo Régimen pues es reflejo de lo que se es.

    Muchas gracias por su certero comentario doña Carmen. Mis saludos.

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  10. Esto quería decir en el comentario anterior don Cayetano.

    Saludos y quedo agradecido.

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  11. Algo de esas costumbres, han pervivido -y aún queda algo- hasta hace bien poco, en la costumbre de ponerse los domingos de punto en blanco, para dar el paseo, ir a misa, en fin...dejarse ver, sea cual sea la condición social. Un saludo.

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  12. Tiene razón. Y no era una mala costumbre. El sentido de los domingos ha cambiado totalmente, y no sólo desde el punto de vista religioso.

    Saludos y muchas gracias.

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