sábado, 3 de marzo de 2012

MILAGROSO Y LOS ALABARDEROS


Va de tauromaquia en la Restauración. El 26 de enero de 1878, en una de las dos funciones reales celebradas en Madrid, con motivo del casamiento de Alfonso XII con Doña María de las Mercedes de Orleans, el toro Milagroso, de Puente y López, antes de Aleas, acometió a las tres filas de alabarderos situados bajo el palco real. Éstos se defendieron de la res que lejos de huir al sentir los pinchazos "siguió metiendo la cabeza y aguantando lanzazos hasta que logró arrinconarlos", según refiere Leopoldo Vázquez. El cronista Paco Media-Luna en El toreo, correspondiente al día 27 de enero de 1878, dejó escrito que los alabarderos no abandonaron su puesto y lucharon "a brazo partido" aunque, por su parte, Milagroso hizo trizas sus alabardas y uniformes. No hubo mayores desgracias gracias al torero Felipe García que coleó, con valor y conocimiento, al toro. Previamente, según la citada publicación, otro toro de la ganadería de don Antonio Hernández, vecino de Madrid, derribó a un alguacil a caballo. Jinete y montura cayeron sobre unos desbarajustados alabarderos, siendo cosa de milagro que el corchete no quedase tristemente ensartado por las moharras. Después el mismo toro derribó y pisoteó a un poco afortunado caballero en plaza llamado don José de Laguardia. Consta que, muy quebrantado,"fue conducido en brazos de los pajes y oficiales de la Guardia Real a la enfermería".

14 comentarios:

  1. Esos toros debían de ser algo poco común, desde luego. Entre todos no podían con ellos. Debían de comer algo diferente a lo que les dan ahora.

    Muchas gracias y feliz fin de semana.

    Bisous

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  2. Así es, casta era lo que tenían aquellos astados, y no les iban a la zaga los alabarderos. Disfruto mucho con sus artículos toreros. Un saludo.

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  3. Siempre han tenido fama de "malos bichos" esos toros madrileños, como dice el dicho: "a los toros de Aleas ni los veas".

    Un saludo.

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  4. Eran toros más difíciles e imprevisibles que los de las ganaderías que normalmente le lidian en estos tiempos. Su alimentación era normalmente hierba y algún refuerzo de habas secas o garbanzos.

    Mis saludos Dame Masquée.

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  5. Eran verdaderas fieras y debían de ser auténticas alimañas en el ruedo.Los festejos taurinos de esa época eran puro derroche de adrenalina.

    Saludos y gracias otra vez señor DLT.

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  6. Expresivo refrán.No hace falta decir más don Eduardo.

    Saludos.

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  7. Parece que el toro en cuestión tenía malas pulgas además de una fuerza colosal. Un milagro que la cosa no fuera a mayores.
    Un saludo.

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  8. ¡Caramba! la crónica de hoy rescata un vocabulario que apenas se usa, claro que tampoco las moharras se llevan todos los días.
    En cuanto a los alabarderos, en mi casa, siempre se decía de alquien poco agraciado que era más feo que un albardero turco.
    Milagroso resultaba no ser atropellado por la criatura del mismo nombre.

    Saludos.

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  9. Las descripciones del festejo son además muy expresivas. Hay cierta alegría de vivir, sin perjuicio de las sombras que existían también,en el Madrid de la Restauración.

    Saludos don Cayetano.

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  10. Es un dicho cuyo origen parece remontarse cuatrocientos años atrás. El alabardero es una figura muy unida al ceremonial de la Monarquía.

    Saludos doña Amaltea.

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  11. ¡Vaya bravura! Lo raro es que no hubiese habido ninguna desgracia.
    Un saludo.

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  12. No imagino la escena en la actualidad, atacando el toro a los geo, por ejemplo. ¿Utilizarían los guardias sus sables de gala? Porque no creo que echaran mano de la pistola...
    Saludos

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  13. Don José de la Guardia, un tanto maltrecho por el toro Milagroso, no pensaría igual.

    Saludos señor de Valverde.

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  14. Casos de toros derribados a tiros se han dado desde Felipe IV y, en situaciones de emergencia, hasta en el siglo XX.

    Saludos doña Carmen.

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