*Tomo la cita de las Ordenanzas municipales de Baños de la Encina, estudiadas por Araque y Gallego Simón. Fechadas en 1742.
jueves, 13 de noviembre de 2014
LOBOS, CHOZOS Y CORRALES
El universo de pastores y serreños está repleto de matices, usos y detalles perdidos en el tiempo. Éstos dan fe de un mundo extinguido o del que apenas quedan algunas reliquias, arcaísmos que, azarosamente, han sobrevivido. Corrales, chozos y tinados erigidos en el monte son un buen exponente de lo anterior. Las ordenanzas municipales de Baños de la Encina en 1742* autorizaban la construcción de corrales de monte "no haviendo en la Sierra Morena otras defensas para defender los ganados menores de la imbasion de los lobos que continuamente los persiguen, y espezialmente en el tiempo de parideras". Se construían con "lentiscos, jaras, juagarzos, estepas, labiernagos, madroños". No debía de ser tarea ligera enfrentarse a los lobos, en corto y por derecho, con barreras tan modestas. De tales tragos proceden los romances de lobas pardas y perros valerosos, protegidos con hierros o carlancas. Para conservar el extenso patrimonio forestal del Concejo de Baños las Ordenanzas, con toda sensatez, ordenaban que la madera de los chaparros se cortase dejando "olivados y apostados los pies más principales de ellas". Olivar era una labor consistente en podar las ramas bajas de una mata -o "matocada" como dicen las citadas Ordenanzas- de encina o coscoja para que ésta adquiriese un porte arbóreo y una buena copa. También se daba licencia para labrar horcones de la misma madera para erigir chozos y tinados "para el recojimiento y albergue de los ganaderos y ganados".
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Algunas de estas construcciones han llegado casi hasta nuestros días, sobre todo en las tierras más pobres del país.
ResponderEliminarMi mujer recuerda que, siendo pequeña, sus padres usaban un dicho para que la gentemenuda no estorbase: "los perros y los niños, a la puerta del chozo".
Y es que en Extremadura hace 50 años aquella era todavía una "vivienda" corriente entre gentes de campo.
Un saludo.
También en Sierra Morena hasta, al menos, los cincuenta. Si se piensa son viviendas de un primitivismo evidente. Por otra parte los tejados de cubierta vegetal han sido comunes, por ejemplo, en el hábitat tradicional de muchos países de la Europa atlántica y del norte.
ResponderEliminarSaludos, don Cayetano, y gracias.
He leído varias veces su entrada. Me gusta lo que cuenta.Además me ha traído a la memoria un verano de mi niñez en la que andando de excursión por el campo entre en un chozo abandonado pero, lo que más me ha gustado ha sido su léxico, ese vocabulario tan rico,tan lleno de matices que usted utiliza magistralmente.
ResponderEliminarSaludos
En la sierra bejarana existían lobos hasta no hace mucho tiempo y es seguro que las gentes de los pueblos sabían mucho de batidas y trampas para ellos. Se solína hacer de piedra y... Mejor echa un vistazo al enlace que te dejo. Se trata de una trampa para lobos que se encuentra cerca del pueblo de La Garganta (Cáceres), en las lindes con la provincia de Salamanca.
ResponderEliminarhttp://www.lagarganta-caceres.com/corral_lobos.html
Saludos
Por la descripción que hace de las instrucciones, se advierte la sensatez de las normas, con más sentido y respeto por el monte que muchas de las actuales, inspiradas en un falso ecologismo
ResponderEliminarSólo puedo decirle, doña Ambar, que una vez mas, estoy muy agradecido a su generosidad. Y también para mí, escribir esta entrada ha supuesto recordar escenas vividas de muchos años atrás.
ResponderEliminarMis saludos.
Desde luego, doña Carmen. Es materia de serranías, altos y majadas. Paso a ver su enlace.
ResponderEliminarMuchas gracias y saludos.
La protección de montes y dehesas está, en efecto, muy presente en ordenanzas y normativas. No es aventurado afirmas que la gran destrucción del patrimonio forestal español se produce a partir de las desamortizaciones.
ResponderEliminarMis saludos doña Amaltea.
El lobo, sobrecogen sus historias, era el primer enemigo del hombre de esos tiempos.
ResponderEliminarSaludos.